domingo, 11 de julio de 2010

Soneto LXVI

No te quiero sino por que te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.

Te quiero sólo por que a ti te quiero,
te odio sin fin, y odiándote te ruego,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.

Tal vez consumirá la luz de Enero,
su rayo cruel, mi corazón entero,
robándome la llave del sosiego.

En esta sólo yo me muero
y moriré de amor por que te quiero,
por que te quiero, amor, a sangre y fuego.

Pablo Neruda

No hay comentarios: