sábado, 28 de agosto de 2010

Yo estaba desde mi valcón, me disponía a inaogurar mi nueva cámara gravadora obtenida gracias al fruto de mi esfuerzo de dos largos meses en esa porquería de trabajo, la tarde estaba muy cálida y el cielo estaba de un color rosado intenso mientras el sol se ocultaba lentamente tras la cordillera, encendí mi cámara para grabar el parque, comencé con los árboles luego con las hojas, despues me enfoqué en las flores hasta que grabé los asientos y en uno de ellos estaba ella, el parque estaba completamente vacío, y ella sentada allí, era como si se burlara de las flores por que no existe ninguna mas hermosa que ella, opacaba todo a su alrededor, en verdad es demaciado hermosa, parece una ilusión, tenía un gorro y su mirada la ocultaba tras unos lentes oscuros, tenía una polera muy ligera de color veige, entre sus manos tenía una rosa, y anotaba algo sobre un papel, gracias al zoom de mi cámara pude observar que lloraba y tiritaba, estaba destrozada por dentro no sé por qué, era como estar gravando alguna triste escena de alguna palícula dramática, con ella como la perfecta protagonista principal, me atrevería a decir que avatida por cual quiera sea su problema, le agrega mas belleza a su existencia, su pelo le cubría todo el extremo derecho de un color cobrizo brillante, continuaba llorando y escribiendo afanosa en esa hoja, yo no podía parar de gravar, cada minuto que pasaba se apoderaban de mí unos deseos atroces de espiar lo que dicía su carta, de pronto tapó con sus dos manos su bello rostro puedo jurar que a pesar de la distancia pude escuchar su llanto, no sabía si seguir gravando o bajar y dirigirme a aquel parque a hacerle compañía por lo menos para ofrecele mi hombro como pañuelo de lágrimas, pero... y si se asustaba y se iba? y si no volviera nunca mas?, no me quice arriesgar al hecho de no volver a verla nunca mas, asi que me quedé allí, inmóbil como un estúpido gravando su tristeza con mi cámara.