domingo, 9 de octubre de 2011

Que gusto fue darme cuenta que después de pensar lo peor y que el fin se abalanzaba inminentemente sobre mí, todo halla resultado ser un macabro fruto de mi imaginación, ya que luego de verla y al llegar a mi habitación bloqueó la salida con su perfecta humanidad, me abrazó y me besó como si no me hubiera visto hace meses, para luego terminar en mi cama que después de tanto tiempo ya tiene impregnado su aroma... es raro darse cuenta de que no comprendes con exactitud todo lo que se puede llegar a sentir por alguien, y darte cuenta de lo muy enamorado que tienes que estar como para que el simple hecho de pensar en perderla te haga pedazos por dentro.