miércoles, 5 de marzo de 2008

corto metraje

Mira, - me dijo un día la vicky - cuando alguien te diga eso que tu sabes, muéstrale orgullosa tu dedo medio estirándolo lo más que puedas. y pensé... no es lo mas cortes que pueda hacer, pero es mejor eso a no hacer nada y dejar que la gente te discrimine y se burle de tí, no?, asi que un día con muchísimo calor, iba yo de vuelta del fortestin
en mi bici color azul, esa que me vendió el mati en una ganga, y me gritan eso que me hace hervir la sangre de pura ira, y hace que me salga humo por las orejas, que me crezcan los colmillos y que me ponga al mas puro estilo kung fu. Recordé lo que la vicky me había aconsejado y lo hice, y creo que nunca había estirado tanto mi dedo, el griterío cesó. ¡Funcionó! - pensé - fué entonces cuando me dí cuenta de que hacía tiempo que la sonrisa no se apoderaba de tal forma en mi cara, y la risa salía a estruendosas carcajadas, los dejé marcando ocupado.