miércoles, 22 de junio de 2011

Escena 15
Av Pedro Donoso
Abuelito, Naty

Yo, en mi vida he tenido muchos amores - Me decía el abuelito del Kiosko de la esquina - cuando era joven era bien mujeriego, me encantaba eso de las relaciones fortuitas de una noche, y así me pasé casi toda mi juventud, hasta que un día creí enamorarme, se llamaba Francisca, la Fran no era ni linda ni fea, pero yo la encontraba preciosa, tenía los ojos de un café muy oscuro y una piel blanca y muy tersa con las mejillas rosadas unos labios entre rosado y rojo sus manos eran pequeñas... yo la amaba, por desgracia lo único que me dio fue insatisfacción, rencor y mucha tristeza, hasta que un día ya no la vi mas, y mediante pasaba el tiempo fui conociendo a muchas otras mujeres, anduve un tiempo corto con algunas de ellas, les era fiel hasta el 3er día y después ya no daba para mas, un par de veces me pillaron, algunas me llamaban por teléfono y volvíamos pero no moría por ninguna, de todos modos yo siempre lo prefería así por que después de lo que me pasó con la Fran me prometí nunca mas volver a enamorarme... fué una promesa bastante estúpida, pero bueno, era adolescente ¿no?, la cosa es que el final, años después conocí de una manera muy extraña a una tipa que se llamaba Ignacia, era muy guapa la tonta, con buen cuero y todo eso, inteligente, siempre se hacía la que se las sabía todas, era orgullosa, graciosa, para nada atenta, era bien violenta y algo borracha, pero a la vez muy dulce y tierna, al principio era un juego no mas, después no me di cuenta cómo, pero se fué volviendo mas serio, aun que en el fondo yo siempre supe que mas temprano que nunca se terminaría, yo la amaba con todas mis fuerzas, ella se la pasaba dedicándome canciones de amor, y esas weas que regalan uds las mujeres cuando están enamoradas po, ella cierto día tubo que partir a encontrase con su prima a Brazil entre todo se demoró 2 semanas, pero me las sufrí todas por que yo ya me había acostumbrado a estar todos los días con ella, y no la engañé si nó hasta el 3er día, no recuerdo como fue ni con quién, solo recuerdo que con ella fui muy feliz por que cuando volvió continuamos nuestra relación, y duramos un par de años, (siendo sincero los mejores de toda mi vida) hasta que un día con mucho frío y gris murió producto de un cáncer mal cuidado, ella nunca me dijo nada. Pero la vida es así, a mi por ejemplo, me dió a muchas mujeres, pero al última y mas importante me la quitó asi, si mas, por eso hay que disfrutar el ahora - me sonrió y me despedí mientras se acecaba una mujer gorda a comprar el diario - hasta mañana mijita - me dice - hasta mañana abuelito - le respondo.

domingo, 12 de junio de 2011

Todo era parte de mi castigo, después de tantos mensajes erróneos (admito que al principio creía que era todo parte de un juego para sacarme celos), pero después a final de cuentas eran auténticos errores de un auténtico engaño, siempre desde que la conocí me preparaba mental y emocionalmente para ello, para lo que siempre estuve seguro que llegaría, un fatal engaño, yo claro que sí, por su puesto que la engañé, lo que me parece mas extraño es que aun asi habiéndome preparado por mas de 8 meses consecutivos logró de todos modos romper mi corazón, lo que pasa es que yo sí tuve la cautela de hacerlo muy bien, pero ella no, jamás le importaron mis sentimientos y lo peor de todo es que jamás me amó como ella decía...

viernes, 10 de junio de 2011

En memoria del difunto

Yo a esa hora iba directo hacia el "control de inglés" que terminó resultando en prueba, iba tranquila ya que en la mañana me liberé nuevamente del tortuoso pensamiento de estar condenada de por vida a cargar con ese algo repugnante, salí de mi nueva casa y doblé por Recoleta dirección hacia el paradero, al cruzar Pedro Donoso el destino me deparó una abominable sorpresa, crucé y me giré lentamente, fue entonces cuando me dí cuenta de que su cuerpo yacía sin vida bajo la sobra sobre el suelo húmedo a las afueras del Trigal, tenía el hocico medio abierto con sus colmillos ensangrentados solo al mirar sus ojos me percaté que quedé justo donde miró por ultima vez, era como si me observara detenidamente, sus ojos ahora secos eran de un color café intenso, aturdida por la impresión me dieron náuseas que luego de un hondo respiro se me pasaron, y la gente que transitaba ya por ese lugar no se daban cuenta de que ese pobre animal estaba ahí muerto, todos pasaban inmersos en sus propias burbujas cristalinas...