Hasta que pude corroborarlo... no estaba ni al lado de lo que yo quería... o imaginaba... y tan ràpido como llegó, se fué... aun que siento que el simple hecho de ver su estado en verde me sobresalta un poco, pero mis violentas emociones se van a apasiguar de a poco, tan así que ni si quiera me voy a dar cuenta y su nombre de mi cabeza desaparecerá sin dejar ni el más mínimo rastro, recordando con dificultad sus palabras y sus actos... y el tema de Morrisey retorna a mi mente y lo siento tan vivo en mi cabeza como cuando lo escuchaba compartiendo los audífonos con la Kmila o la Paulina, y casi puedo adivinar lo que dice...
Qué importa que mi corazón no pudiera guardarla, el cielo esta estrellado y ella no está conmigo...
P. Neruda
Aunque este sea el último dolor que ella me causa y estos sean los últimos vervos que yo le escribo...
P.Neruda
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