Como la otra vez que de pura casualidad me encontré con mis amigos que hacía muchísimo tiempo que no los veía, me sentí extraña otra vez... no estaba segura si era lo que en verdad creía o si era otra cosa, pero ahora, cada vez que los veo me pasa lo mismo, y me siento pésimo por dentro mientras intento discimular una linda y agradable sonrrisa, aun que por dentro sea una persona ingrata e indolente...y la sonrisa otra vez se me invierte, y mis deceos se vuelven de una exuberante melancolía, que ya no se quita con la misma medicina de antes, ¡pero aun no encuentro mi remedio!... y es cuando confirmo que lo que tienes mientras mas te gusta es lo que primero desaparece y recuperarlo es tan imposible como querer tocar el sol con tus manos,
y me dan ganas de patear algo hasta que lo haga trizas, y me quiero ir tan lejos de aquí como sea posible, escapar para no volver jamás, pero eso es demaciado covarde y bajo para mis principios, aunque ni si quiera se desde donde comensé y menos sé donde terminaré...
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