miércoles, 18 de junio de 2008

Nada es para nada

Me parece casi increíble las sensaciones multicolores que me dieron en esa casa tan apartada de la mía, y todo empesó por un juego tan de pendejos como siempre, fué como encontrarme una redonda y brillante moneda de $500 tirada en el medio de la calle muy trancitada, justo cuando mas la necesitaba para poder dar un paseo por las nuves, o viajar solo con mi mente y sentidos a la cima de las montañas que escalamos hace un par de días con mis hermanos; pero qué se puede hacer si tu repentina improvisación salió mejor de que si lo hubieras planeado un día entero, y haberle dedicado cada escuálido segundo a estudiar tus movimientos y dejarlos presisos para la ocación... y todo fué por que al final creo que hubiera pasado igual, de todos modos me hubiera dejado los labios con un rubor de rojo caramelo, tan suaves como la seda y con un saborcito nuevo, uno que nunca habías probado hasta ese minutillo que se escapaba corriendo entremdio de los segundos para no cargar con la responsabilidad de darnos la chance y terminar de una sola vez mi alocado pensamiento, y tan efímero fué que ni si quiera lo percibí, y el ritmo de la musica iban marcados con el compás de sus delicados movimientos y recuerdo todo y una sonrisa se tatúa en mi rostro, haciéndome una vez mas la perfecta complice de sus mas siniestros caprichos.


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