Algo que no es tuyo, pero esta en tu poder

Martina trataba de no pensar mucho las cosas, (aunque no sabía que lo que en verdad le costaba mucho trabajo era pensar con mas detalle sus actos), recuerdo que un día llegó por sorpresa a mi casa con una mezcla de emociones, como entre agitada, exaltada y tensa, como era muy amiga mía le abrí de inmediato la puerta, entró quejándose de algo, llegó a mi habitación y se recostó en mi cama, yo me senté como típico psicólogo en una silla a la cabecera de la cama, sacó un cigarro, lo prendió y me lo pasó para luego encender otro para ella, hubo una pausa, comenzó a hablar en resumen, habló de puras weas para luego estallar en llanto, yo ya sabía que estaba ya pasada de tragos, de hierva y rallas, tenía los ojos rojos, estaba mas despeinada de lo que acostumbraba, y hablaba rápido y fuerte, sus movimientos eran bruscos, le pregunté si quería dormir, me respondió que no, y despues de un rato me pidió que le inyectara diasepam (porque estaba tan dura que no podía dormir) yo me reí no mas, y como obediente amigo que soy la inyecté, le puse un pijama y la arropé en mi cama, a veces ella es un poco fuera de lo común, algo loquita, pero yo la conocí así, sé que pasa por un mal momento y no puedo criticarla, solo quererla...

(estracto de un diario que encontré en la calle)