Pobre ingenua,
hoy caminaba cabizbaja
con la mirada perdida,
sobre el suelo su desplante
de fabulosos tonos naturales
junto a cuello de aguja y su pelo negro,
ya no es la de antes, ahora no sonrríe,
corren rumores que se le ha escuchado llorando
desde la azotea de su casa, y
en invierno recorre las mismas calles grices y solitarias,
dicen que sigue esperando algo que nunca llega.
hoy caminaba cabizbaja
con la mirada perdida,
sobre el suelo su desplante
de fabulosos tonos naturales
junto a cuello de aguja y su pelo negro,
ya no es la de antes, ahora no sonrríe,
corren rumores que se le ha escuchado llorando
desde la azotea de su casa, y
en invierno recorre las mismas calles grices y solitarias,
dicen que sigue esperando algo que nunca llega.
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